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Foto del escritorStephanie Elias

Crítica: "Tal vez sí, tal vez no" pegado en los 60


Crítica escrita para el Diplomado de Periodismo Cultural de la U de Chile (julio 2019)



Germán Marín (1935) es un editor y escritor chileno autor de la trilogía Historia de una Absolución Familiar y novelas como Carne de Perro, Tierra Amarilla y Fuegos Artificiales. Entre sus distinciones cuenta con el Premio de la Crítica de la Universidad Diego Portales y el Premio Atenea de la Universidad de Concepción.


Tal vez sí, tal vez no, publicada por la editorial Seix Barral en 2017, es una novela que el autor escribió en 1996, pero decidió no publicarla porque, a su criterio, no coincidía con la línea de su escritura en la época. El libro narrado en tercera persona hace un recorrido por la vida de Nona, una mujer de clase media alta, que se mueve en el plano de lo cotidiano tradicional. A la protagonista no le ocurren grandes cosas, pero la obra pretende tener su encanto en la personalidad estrafalaria de ella.


El libro está plagado en casi todas sus páginas de lenguaje sexista y estereotipos denigrantes para la mujer enmascarados (o no tanto) en un tono humorístico. Muchas veces es el mismo narrador quien hace estos comentarios que tampoco aportan a la historia. Da la impresión que el autor hace esto apropósito con el fin de crear, sin éxito, una atmósfera cómica.


“La habitual desconfianza que sentía la Nona hacia los consejos de las amigas, justo por ser estas mujeres…” (p.38).

En la historia, una de las características imperdonables de Nona y por la cual se la ridiculiza a través de todo el libro es que es una mujer grande, es una mujer que ocupa más espacio que el socialmente permitido. Es la base del autor para fijar en ella una personalidad a la que describe como poco femenina.


“…quedó de manifiesto la enorme vitalidad que disponía, característica poco femenina para su época, que expresó, entre otras actividades deportivas, a través del juego a la pelota con sus primos…” (p.10)

Estas cualidades, como la vitalidad, en lugar de ser destacadas como un rasgo único y especial son presentadas siempre como algo negativo. Por otro lado, el autor provee al personaje con tremendos talentos y virtudes; es fuerte, tiene excelente memoria, es buena con los trabajos manuales, tiene facilidad para el cálculo y los negocios. Sin embargo, la ingenuidad y superficialidad de Nona (hasta el punto de lo inverosímil), impiden el desarrollo de todos ellos. Solo logramos apreciar atisbos de sus éxitos de los cuales la protagonista no es si quiera consciente, puesto que el único deseo y ambición que se le dio es tener una buena reputación y saber todo acerca de las vidas ajenas.


Hacia la mitad del libro y por deus ex machina, un hecho trágico ocurre con la protagonista. El evento coincide con la época de la vida de Nona en que decide que no necesita un hombre y que se desarrollará de forma independiente. Lo que sigue son una serie de teorías absurdas que explican o justifican porqué ocurre este hecho, poniendo en ella, es decir, es Nona la causante de su propia tragedia.


En una entrevista a El Mercurio, Marín dijo sobre el libro olvidado desde 1966: “Hice pequeñísimas modificaciones, muy pocas". Eso se nota. El autor se perdió una tremenda oportunidad de crear un personaje interesante. En su lugar se quedó pegado en los estereotipos negativos de la mujer vigentes en los 60. Buscó sin éxito crear una comedia a través del uso repetidísimo de estereotipos femeninos negativos (como la vieja gorda metiche) y el uso del lenguaje sexista en prácticamente todas sus páginas.

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